Llamamos Toriyumi no Shisei cuando
estamos en la correcta postura de pie o en la postura de Kiza y con el
arco y la flecha en sendas manos. En esta postura la mano izquierda coge el
arco por la empuñadura (Kyūha), con la cuerda mirando hacia fuera, y lo colocamos en la
cadera. La punta superior del arco (Urahazu) debe mantenerse a
aproximadamente 10 cm. del suelo, manteniéndola centrada con respecto a la
parte frontal del cuerpo.
Mantenemos el arco en el centro
del cuerpo y las flechas sujetas a la altura del primer nudo (Itsukebushi).
Mantenemos la punta superior del
arco (Urahazu) a 10 cm. del suelo y sostenemos las flechas escondiendo
las puntas (Itatsuki).
Cuando dejamos ver las puntas de
las flechas (Itatsuki), entonces las flechas se cogen, pero sin apretar,
con la mano derecha a la altura del primer nudo (Itsukebushi), entre el
dedo pulgar y el índice, con el apoyo de los dedos meñique y
anular.
Si las puntas de las flechas
(Itatsuki) las ocultamos a la vista dentro de la mano, las aguantamos
igualmente con el dedo pulgar y el índice, que presiona ligeramente las puntas
de las flechas, con el apoyo del dedo meñique y el dedo anular. En ambos casos,
colocamos la mano que sostiene las flechas sobre la cadera.
Al sujetar el arco y las flechas,
la posición de los dos puños debería estar “en la zona de las caderas”. Más
exactamente: es el lugar donde los pulgares tocan la parte delantera superior
del hueso de la cadera. Cuando un hombre lleva puesto el pantalón japonés
tradicional (Hakama), es el lugar donde se anudan las cintas.
Sostenemos el arco y las flechas
de manera que la punta de las flechas y la parte superior del arco (Urahazu)
señalen en dirección de dos líneas imaginarias que convergen formando un
triángulo isósceles. Al mismo tiempo, tanto la línea del arco como la línea de
las flechas deben tener el mismo ángulo con respecto a la horizontal del suelo.
Lo deseable es mostrar una
postura natural relajada y atenta, en la que cuerpo, arco y flechas formen una
unidad. Los hombros deben mantenerse relajados, sin tensar los codos y los
brazos y antebrazos formando un contorno circular. El cuerpo no se debe
inclinar ni hacia delante ni hacia atrás, tampoco debe mantenerse muy tieso ni
encorvado. Las caderas han de estar centradas.
En la postura de sujeción del
arco, tanto si se está de pie como si se está caminando, o en cualquier otro
movimiento, la punta del arco (Urahazu) debe mantenerse a 10 cm. del
suelo aproximadamente. En Seiza o Kiza, la punta del arco debe de
tocar el suelo.