En la máxima apertura (kai) la flecha debe quedar orientada en
línea recta hacia el centro de la diana. Con los ojos abiertos se apunta al
centro de la diana por encima del puño (a la izquierda del arco).
En kai
la flecha se sitúa horizontal y paralela a la línea de los hombros,
aproximadamente a la altura de la comisura labial (puede variar un poco
dependiendo de la longitud del cuello del arquero). La altura de los hombros y
los codos son la base para la apertura equilibrada de los dos brazos.
Flavia Company y Luciano Lozano FRAGMENTA EDITORIAL, SLL
Haru da la señal. Comienza la danza de movimientos para colocarse del modo adecuado. Las piernas, los hombros, la mirada, las manos, el arco. Relajación, concentración, observación. Todos respiran a la vez, con la pausa necesaria para mantener la calma. Nada los distrae. Ni el vuelo de las aves ni el balanceo de las ramas de los árboles más próximos. A la vez, como una sola, las cuatro flechas salen volando rumbo a su destino, como pronto harán los alumnos al marcharse del dojo.
A través de nueve episodios centrados en disciplinas orientales como el origami, la caligrafía, el taichí , la meditación, la jardinería, la limpieza, el juego, el silencio o el tiro con arco, el libro recorre cinco años de aprendizajes en un dojo, una escuela de inspiración japonesa que tiene como a objetivo el crecimiento interior de los alumnos, a quien preparan para encarar la vida como una continuación de su crecimiento y del aprendizaje. La historia transcurre a través de la mirada de Haru, la profesora. El libro está basado en la protagonista de la novela Haru, de la misma autora, que toma ahora el personaje para extraer la esencia de las enseñanzas y hacer con ellas un cuento infantil, después de que el libro original haya tenido una gran acogida entre los lectores catalanes. El ilustrador tiene un conocimiento profundo de la cultura japonesa y plasma con una gran fidelidad cada una de las escenas.