P.---¿Puede usted hablarnos
de la respiración en las artes marciales y en la postura de zazen?
R.---Voy a intentarlo, pero
es difícil. Tradicionalmente, los Maestros del Zen no la enseñan nunca.
Solamente cuando la postura es justa se establece la respiración. Para
enseñárosla tendría que desnudarme. Deberéis comprender con vuestro propio
cuerpo. Una pequeña inspiración natural a partir del plexo después una profunda
espiración presionando sobre los intestinos, bajo el ombligo. Para un ciclo de
respiración, la espiración puede durar uno, dos, tres, cuatro e incluso cinco
minutos. Cuando yo era joven, me sumergía hasta el fondo de la piscina, y
permanecía allí de dos a tres minutos. Por la espiración (anapanasati)
el Buda encontró la iluminación bajo el árbol Bo.
Cuando leo los sutras,
mi espiración es muy larga porque tengo el hábito de esta espiración. Mientras
se espira hay un ligero va –y-ven de aire en las fosas nasales y de esta manera
se puede continuar largo tiempo. Es muy difícil y hace cuarenta años que me
entreno...
Al principio debéis
comprender con la mente y a continuación entrenaros. Es un método eficaz para
vivir largo tiempo: la mayoría de la gente que vive mucho en Oriente practican
esta respiración. Durante kin-hin, si yo espirara a mi ritmo nadie se
movería. Estos puntos están en relación con las artes marciales que son, lo
repito, otra cosa que un deporte. Para practicarlas, el hara debe ser
fuerte. Las artes marciales, la recitación de sutras, las ceremonias os
hacen comprender entrenando vuestra respiración. Cuando llevo el ritmo de los sutras
con las maderas, tenéis que ir hasta el final de vuestra espiración. ¡Es un
buen entrenamiento!
El profesor Herrigel ha
hablado de ello en su Tiro con arco. El había estudiado esta disciplina
durante seis años; pero solo cuando hubo comprendido la respiración abandono su
filosofía y sus conocimientos y pudo por fin lograr alcanzar el blanco. Mi
Maestro me decía: “¡Si hubiera venido a verme, habría comprendido hace
mucho tiempo!”
El judo y el kárate son
también un entrenamiento de la respiración, pero la mayoría de la gente no lo
sabe. Solamente a partir del segundo o del tercer Dan se instala naturalmente
esta respiración. Herrigel comprendió inconscientemente: la flecha parte al
final de la espiración. En el judo o en el kárate, se es fuerte en la
espiración; en la inspiración se es débil. En este momento, yo puedo matar a un
hombre con un solo objeto, sin necesidad de un cuchillo. Yo hice la experiencia
de esto cuando era joven; no maté al hombre que estaba delante de mí, solamente
cayó, pero... Al final de la inspiración hay un punto muy vulnerable. Al final
de la espiración ni siquiera hay movimiento.
Es por esto por lo que la
respiración practicada en yoga no es del todo eficaz para las artes marciales.
En el Japón, no se practica el yoga porque se conoce bien la respiración Zen.
Si vosotros la comprendéis, podréis serviros de ella en la vida cotidiana. En
una discusión, cuando os apasionéis, practicadla, y os calmaréis... Mantened
vuestro control. Inversamente, durante la inspiración, un gran choque puede
bloquear vuestro corazón y vuestros pulmones y causaros la muerte. Intentad
levantar un peso pesado en dos veces, durante inspiración y durante la
espiración.
Veréis la diferencia.
Durante la espiración sois más fuerte, los pies se aferran al suelo, sois como
un tigre. Cuando tengáis miedo, cuando tengáis angustias o cuando no os sintáis
seguros de vosotros mismos en una situación, intentad ya espiración larga. Esta
espiración os apaciguará y os dará fuerza, seguridad. Durante la espiración, la
energía y la conciencia se encuentran.
P.---¿Cuál es la mejor
manera de aprender a respirar convenientemente?
R.--- Tomando la postura de
zazen. Antiguamente, en el tiempo de los samuráis, se sentía respeto por la
meditación: antes de la acción, se concentraban en zazen. Concentración,
después acción. Hoy día se puede encontrar esto en la ceremonia demasiado breve
que se hace antes del combate en los torneos. En zazen se puede acumular
energías, dejar pasar los pensamientos como nubes en el cielo, relajar las
tensiones nerviosas y musculares, concentrarse sobre la energía, espaldas
derechas, nuca recta, manos juntas cuyos pulgares no hacen ni montaña ni valle
y practicar la verdadera respiración, basada en la espiración profunda en el hara,
esa zona que se encuentra dos dedos por debajo del ombligo.
Ser zanshin:
he aquí un término que se encuentra en la práctica de la esgrima japonesa, el
kendo. Zanshin es aquello que permanece, sin apegarse, vigilante y libre. Justamente
atento a lo que pasa aquí y ahora. Poco a poco esta atención se aplica a cada
uno de los actos de nuestra vida. En el espíritu del Zen, como en el del Budo
tradicional, el conjunto del comportamiento entra siempre en juego.TAISEN DESHIMARU (ZEN Y LAS ARTES MARCIALES)
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